miércoles, 6 de julio de 2011

Los nuevos desafios de la educación

La sociedad de la información caracterizada por sostenerse sobre un escenario digital compuesto por un amplio abanico de herramientas y dispositivos que nos permiten comunicarnos con otros a través de múltiples canales, ha alterado significativamente las formas de formas de producción y difusión del conocimiento, transformando en consecuencia los modos en que se producen y consumen los productos culturales de una sociedad.

Sumado a ello, los nuevos medios y dispositivos de comunicación posibilitan el acceso y la producción de información en cualquier lugar y en cualquier momento contribuyen a complejizar aun más estas transformaciones al alterar las nociones de espacio y tiempo, influyendo fuertemente la dinámica de nuestra vida cotidiana.

De esta manera, la sociedad de la información presenta una trama compleja en donde convergen diversos positivos de comunicación e información a partir de los cuales se posibilita y se promueven nuevas formas de comunicarse, producir y compartir información que impactan fuertemente sobre nuestra cotidianeidad, transformando no solo nuestras formas producir y consumir cultura sino también trastocando las categorías de espacio y tiempo, ya que estas tecnologías flexibilizan estas categorías al no estar atadas a un espacio físico concreto debido a que su avance tiende a hacerlas cada vez más portátiles, y desplegando formas de comunicación que se caracterizan muchas de ella por desarrollarse en base a un tiempo diferido.
  
Los desafíos de la educación

Es escenario descrito precedentemente plantea importantes desafíos al sistema educativo, ya que la escuela debe asimilar necesariamente estas transformaciones culturales e ir adaptando paulatinamente estas tecnologías a partir del desarrollo de nuevas estrategias pedagógicas y dispositivos que las contemplen dentro de los procesos de enseñanza - aprendizaje.

Manuel Castells en su articulo titulado “estudiar, ¿para que?”, reflexiona sobre las problemáticas centrales del sistema educativo y afirma que el factor decisivo en el fracaso y abandono escolar deriva de la brecha cultural y tecnológica cada vez más amplio entre los jóvenes, que se desarrollan en un entramado tecnológico – cultual que posibilita y promueve nuevas prácticas en relación a la producción y circulación  de información, y un sistema educativo que aun no logra incorporar a estas tecnologías y las dinámicas establecen en el entramado sociocultural.